Es un hecho indiscutible que las criptomonedas están ya aquí, y han venido para quedarse. Han venido para cambiar la forma en la que se crea y se distribuye el dinero en el mundo, y la cada vez mayor acogida que están teniendo por parte de empresas, gobiernos e instituciones públicas es una clara muestra de ello.
El ya reconocido por muchos “dinero del futuro” presenta la ventaja de ser un activo descentralizado, es decir, no existe ningún organismo gubernamental que la controle, al contrario que el dinero FIAT, el cual puede ser impreso por el país dueño de la divisa a voluntad y que puede incrementar o devaluar el valor de esta a su antojo. Podemos tomar como ejemplo la reciente impresión masiva de dólares realizada por EE.UU. que según datos del FED, ha aumentado de US$15,33 billones a fines de 2019 a US$19,1 billones a finales de noviembre, causando una pérdida de su valor.
Estas decisiones tomadas de manera unilateral por los gobiernos dejan al individuo a merced de posibles devaluaciones de su moneda, como hace China con su moneda de manera sistemática, y generando así periodos de inflación derivados de la toma de esta clase de decisiones.
Es un factor tan relevante como la tasa de inflación, la cual viene incrementándose este 2021 a nivel mundial, y que en España ya supera el 5.5%, lo que hace que actualmente exista una escasez de activos interesantes, o medianamente viables, para el inversor . Esto está suponiendo un flujo de capitales hacia el increíble potencial que ofrece el mercado de las criptodivisas.
Es por ello que el día 12 de noviembre de 2021 la capitalización total de todas las criptomonedas alcanzó un nuevo máximo histórico con un total de 2.6 billones de euros, frente a los 382.000 millones para la misma fecha del año pasado, según datos arrojados por Coinmarketcap, y que equivale a alrededor de una cuarta parte de la capitalización del mercado de oro.
Las criptodivisas, caracterizadas por su alta volatilidad y que tampoco son libres de posibles manipulaciones de mercado, ya que existen ballenas que realizan compras y ventas masivas de un token en cortos espacios de tiempo y hacen fluctuar a su favor el valor de este, liquidando en la venta a pequeños inversores en la operación, presenta la ventaja de que es el usuario el valor principal o de la divisa y del proyecto que hay detrás de ella.
Actualmente existen propuestas de valor altísimas, más allá de Bitcoin, provenientes de proyectos como Solana, que se presenta como el valor o de transacciones de tercera generación más potente del criptoverso, Polkadot, que tiene como objetivo permitir la transferencia de información entre cadenas de bloques de cualquier tipo y resolver problemas de escalabilidad o VeChain, que ofrece soluciones de gestión y logística, otros infraestructura IOT y tecnología blockchain para clientes empresariales, entre muchos.
Frente a la relativa novedad que supone todo este nuevo “universo” de posibilidades y oportunidades, y el elevado número de preguntas que nos asaltan al iniciarnos en él, desde Univérsitas Asesoría publicaremos con asiduidad para resolver todas ellas, y sobre todo las relacionadas con el campo de la fiscalidad, ya que no están exentas de tributación.
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