¿Cuándo aplicar el 7% de retención a tu modelo de factura?

¿Qué es el IRPF reducido al 7%?

Uno de los conceptos que no deben faltar en ninguna factura es el IRPF siempre y cuando el cliente sea otro autónomo o una empresa. No se aplica nunca la retención cuando la factura es un cliente particular, como tampoco cuando se trata de una factura intracomunitaria.

Como ya hemos adelantado anteriormente, la retención que se debe aplicar es del 15%, que es el IRPF general, excepto en los siguientes casos: avicultura y engorde porcino, al 1%, y actividades forestales, agrícolas y demás actividades ganaderas, al 2 % tampoco se adhieren a la retención del IRPF general los autónomos que están bajo el epígrafe 722 (Transporte de mercancías por carretera) o el 755 (Servicios de mudanza), ya que en su caso se aplicarán un 1% de retención en sus facturas.

Además de esto, los autónomos podrán presentar una reducción de su retención durante el año en el que se encuentre dado de alta como autónomo por primera vez, y los dos años completos restantes. Es importante tener en cuenta que no son tres años completos sino dos completos y el tiempo restante quede hasta el final de año cuando se da de alta.

Requisitos para aplicar la retención reducida.

Para poder disfrutar de esta bonificación es necesario cumplir con los siguientes requisitos:

• No haber estado dado de alta como autónomo durante el año anterior.

• Se debe comunicar a los clientes que está acogido a la retención al 7%.

Para comunicar de forma efectiva a tus clientes que te vas a acoger el 7% deberás indicar en la comunicación que les envías tus datos identificativos y la fecha en la que te diste de alta en la actividad, de manera que acreditas que cumples con todos los requisitos

Es importante no olvidar esto ya que si no se hace, aunque los clientes hayan recibido la factura con un 7%, tienen obligatoriamente que retener un 15%.

¿Cuándo te interesa aplicar la retención reducida?

Es importante señalar que la deducción del IRPF no es obligatoria. De hecho, no en todos los casos puede que merezca la pena; es posible que si tus ingresos son altos no sea muy recomendable que te acojas a esta deducción.

Esta reducción al 7% no es la única ventaja con la que cuentan los nuevos autónomos. Disponen también de la tarifa plana de 60 euros para autónomos de la Seguridad Social, lo que reduce con dificultad la cuota de cotización y hace más fácil empezar a ser autónomo para los emprendedores.

Para saber si realmente te merece la pena, o no, lo primero que hay que saber es que este IRPF reducido no es una bonificación, sino que es una reducción del dinero que tienes que adelantar a Hacienda por tus rentas.

En este sentido, sí que merece la pena para aquellos autónomos que acaban de comenzar a trabajar y que, al no tener demasiados ingresos durante estos primeros pasos, la deducción de IRPF les supone una mayor liquidez.

Ahora bien, si estás ganando mucho dinero y solo has adelantado a Hacienda el 7%, te llevarás una sorpresa a la hora de pagar los porque, claro está, al haber adelantado poco dinero a la AET, a la hora de hacer la declaración de impuestos de la renta el pago será mucho mayor porque ha adelantado poco.

La deducción del IRPF supone una gran ayuda para impulsar la actividad de los nuevos emprendedores pero si tu negocio tiene éxito no será necesario ni recomendable llevar a cabo dicha reducción.